domingo, 18 de diciembre de 2016

LA MUERTE PREMATURA DEL JUSTO.

AVE MARÍA PURÍSIMA.

"EL NACIMIENTO DEL SEÑOR".

"El justo, aunque muera prematuramente, hallará el descanso. La ancianidad venerable no es la de muchos días, ni se mide por el número de años; la verdadera canicie para el hombre es la PRUDENCIA, y la edad provecta, una vida inmaculada.

Halló gracia ante DIOS y DIOS le amó, y como vivía entre pecadores, le trasladó. Se lo llevó para que la maldad no pervirtiera su inteligencia o el engaño sedujera su alma; pues la fascinación del mal empaña el bien y los vaivenes de la concupiscencia corrompen la la mente ingenua.
Alcanzando en breve la perfección, llenó largos años. Su alma era del agrado del SEÑOR, por eso se apresuró a sacarle de entre la maldad.

Lo ven las gentes y no lo comprenden; no caen en cuenta que los elegidos del SEÑOR encuentran gracia y misericordia y que ÉL visita a sus Santos.
El Justo muerto condena a los impíos vivos, y la juventud pronto consumada, la larga ancianidad del injusto.
Ven el fin del sabio, mas no comprenden los planes del SEÑOR sobre Él, ni por qué le ha puesto en seguridad, lo ven y lo desprecian, pero el SEÑOR se reirá de ellos.

Después serán cadáveres despreciables, objeto de ultrajes entre los muertos para siempre. Porque el SEÑOR les precipitará de cabeza, sin habla, les sacudirá de sus cimientos; quedarán totalmente asolados, sumidos en el dolor, y su recuerdo se perderá.

Irán acobardados a dar cuenta de sus pecados, y sus iniquidades se levantarán contra ellos para acusarles".    
(Sabiduría, 4. 7-20).