"En el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve, para gobernar la BARCA de SAN PEDRO es necesario también el vigor del cuerpo y del espíritu que, en los últimos meses ha disminuido en mí, de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio encomendado". (BENEDICTO XVI).
"Me queda todavía un corazón que palpita por el destino del género humano; me queda todavía una voz que tiene derecho a recordar a todos la VERDAD; me queda una desesperada sed de JUSTICIA, un ansia infinita de AMOR". (BENEDICTO XVI).
¡Helas aquí! ¡SABIDURÍA, VALENTÍA, VIGOR, JUSTICIA Y AMOR!.